Apusb: “Sueldos de hambre son la más dramática demostración del desastre económico en Venezuela”

6-11-18.-

Para la junta directiva de la Asociación de Profesores USB (Apusb), las medidas económicas implantadas por el Gobierno en agosto, lejos de recuperar el país, han provocado que hoy ningún sueldo o salario alcance para el sustento de los venezolanos.

William Anseume, presidente de la Apusb, dijo que los “sueldos de hambre”, “constituyen la más dramática demostración del desastre económico en que ha sumido al país el uso soberbio del poder. Esta imposición arbitraria de sueldos insuficientes contraría los derechos laborales garantizados en la Constitución Nacional y en los acuerdos internacionales firmados por la república, los cuales el Gobierno se salta arbitrariamente en función de su intención de mantener en vigencia el sometimiento de la ciudadanía. El único resultado de estas medida es la profunda desvalorización del trabajo que la Apusb ha venido denunciando desde principios de año”.

El asunto no es solo de sueldos y salarios, expresó Anseume, “es además el desmontaje de la protección social y el deterioro indetenible de todas las condiciones laborales que con sus luchas históricas habían conquistado los asalariados venezolanos. Es el desmontaje progresivo de nuestros derechos fundamentales como ciudadanos. Práctica común: en autoritarismo los Derechos Humanos son permanentemente atropellados”.

Por su parte, el secretario general de la Apusb, Luis Buttó, indicó que “en los últimos años, los universitarios venezolanos hemos visto con estupor la abrupta degradación de las condiciones laborales que otrora nos amparaban. En estas condiciones, por ejemplo, los 25 años de experiencia en docencia, investigación y extensión de un profesor con categoría titular, son subvalorados por el Gobierno al retribuirlos con menos de dos salarios mínimos. Las inter-escalas que definen las diferencias de sueldos entre una y otra categoría del escalafón fueron achatadas de tal manera que ya no hay estímulo alguno para hacer carrera académica, es decir, para ascender, pues la diferencia de sueldos entre un grado y otro es ahora prácticamente inexistente”.

Para Buttó, esta “es la principal razón por la cual tantos y tantos profesores universitarios se lanzan a la diáspora. A ningún profesor que voluntariamente se haya expatriado se le puede acusar de haber desistido de su compromiso con el país. La realidad es que allende nuestras fronteras puedan obtener la remuneración que se merecen con base en sus méritos y credenciales y además encuentran condiciones idóneas para desarrollar su producción intelectual y/o incrementar la productividad de ésta”.